Isidre Fainé: “La geopolítica mundial vive uno de los momentos más delicados desde la guerra fría”

El presidente de la Fundación introdujo el debate señalando que “vivimos tensiones geopolíticas entre las grandes potencias mundiales que no veíamos desde los tiempos de la guerra fría”. La economía global se encuentra “en uno de los momentos más complicados de los últimos 40 años, lo que está afectando a las condiciones de vida de la gran mayoría de los ciudadanos”. Para hablar de ello, Fainé presentó a los dos ponentes del coloquio, de los que señaló que se trata de “dos personas de indudable prestigio y trayectoria por las que, además de admiración, me gustaría añadir que profeso un cariño muy especial”.

Javier Solana, presidente de ESADEGeo – Center for Global Economy and Geopolitics, arrancó el debate remontándose a los primeros años del siglo XXI para explicar los acontecimientos actuales. Hechos como la primera elección de Vladimir Putin como presidente de Rusia, los atentados del 11-S y la entrada de China en la Organización Mundial del Comercio están en el origen de la situación geopolítica actual, explicó. También calificó de “decisivo” el año 2008, cuando estalló la gran crisis económica tras la caída de Lehmann Brothers. Aquel año también se produjo el primer ataque de Rusia a un país exsoviético, Georgia, mientras Pekín organizaba sus primeros Juegos Olímpicos, “que centraron la atención del mundo en China”.

Por su parte, el vicepresidente de la Fundació “la Caixa”, Juan José López Burniol, destacó el “cambio radical” que se está produciendo en la actualidad por la convergencia de la revolución tecnológica, el fenómeno de la globalización y la pérdida progresiva de protagonismo de Occidente. En sus palabras, se está produciendo “una convergencia tecnológica, pero al mismo tiempo una divergencia demográfica”. En consecuencia, según López Burniol, se ha producido la erosión del orden mundial hasta la fecha, lo que está afectando a las condiciones económicas mundiales y produciendo una situación de desigualdad global creciente. “Hay que crear un orden mundial nuevo”, afirmó.

“Estamos en una situación de cambio, el antiguo mundo se está yendo, emerge uno nuevo”, afirmó, añadiendo que siempre hubo cambio, pero “lo nuevo es la velocidad del cambio. Por eso, la visión estratégica del futuro es imprescindible, ya que multitud de actividades y servicios sufrirán un cambio radical en los próximos tiempos”.

Javier Solana: “No fuimos capaces de mantener la proximidad con Rusia”

La guerra de Ucrania centró buena parte del debate. López Burniol quiso dejar claro que la responsabilidad es del atacante, pero aseguró que “algo hay en nuestra actuación que pudo mejorarse”. Javier Solana, por su parte, defendió que las grandes potencias hicieron todo lo posible para evitar consecuencias peores: “Si los americanos y los europeos hubieran entrado en la guerra, estaríamos metidos en una Tercera Guerra Mundial con armas nucleares”. 

Solana explicó que la voluntad de Putin “desde siempre era que Ucrania volviera a Rusia”. Según el ex secretario general de la OTAN, en 2014 Rusia atacó a Ucrania para quedarse con Crimea “porque no quería que Ucrania firmara un acuerdo de cooperación económica con la UE”.  

“La guerra de Ucrania es una guerra civil europea que se libra entre Rusia y la UE a través de un país interpuesto que es Ucrania”, aseguró López Burniol, quien citó a Shlomo Ben Ami: “La principal vencedora de esta guerra es la industria armamentística americana”. 

Sobre los equilibrios entre las grandes potencias mundiales, Javier Solana recalcó que, tras el 11-S, el foco mundial pasó de Rusia a Oriente Medio y al mundo árabe (Afganistán e Irak). “No fuimos capaces de mantener la proximidad con Rusia, se la abandonó un poco. Faltó aproximación, compañía, cariño a Vladimir Putin, y él se puso de costado”, aseveró.

Juan José López Burniol: “La Unión Europea tiene que ser un actor político global en el futuro”

Otro de los asuntos que centró el debate fue el europeísmo. “Los europeos tenemos que tener el sentimiento de lo que somos”, dijo Solana. Por su parte, Juan José López Burniol reclamó una UE que en el futuro sea un actor político global, con menor dependencia de EEUU.

Javier Solana quiso rendir homenaje también a la labor de la UE y destacó la labor del Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell. Sin embargo, según él, la ruptura de las relaciones entre la UE y Rusia es muy negativa. “La interdependencia es la mayor garantía de paz. La dependencia entre Rusia y Alemania era muy importante para la estabilidad europea, pero Putin lo ha roto”. 

Sobre la situación energética, Solana puso de relieve que en la UE no hay una política energética común, debido a las diferencias históricas de recursos entre los diversos Estados miembros. “Es muy difícil que hubiera una política común con diferencias tan enormes entre países, pero se va a hacer una política común”. Aseguró también que la UE avanzará en los asuntos de seguridad y defensa común, aunque advirtiendo que “la UE no nace para ir a la guerra”.  

Destacó también la gestión europea de la pandemia de la COVID-19, poniendo de relieve la actuación sanitaria y el acuerdo alcanzado para lanzar los fondos Next Generation para contribuir a la recuperación, que calificó como “importantísimos”.

Miquel Roca: “Hay que repensar Europa y reencontrar sus propios valores fundacionales”

Finalmente, Miquel Roca, presidente de la Societat Económica d’Amics del País, concluyó la sesión afirmando que “hay que repensar Europa y reencontrar sus propios valores fundacionales”. Roca afirmó que “Europa subsiste y es un proyecto que genera ilusión y adhesión”. Asimismo, felicitó a los participantes de la sesión e invitó a seguir reflexionando sobre el presente, generando un espacio de debate y construcción de ideas en este país.

“Barcelona vive la cuarta reconversión” afirmó la presidenta de Barcelona Global al iniciar su intervención. La primera conversión tuvo lugar durante la transición, en la que la ciudad experimentó un proceso de reindustrialización y apertura hacia Europa. Después, durante los Juegos Olímpicos, tuvo lugar la construcción de grandes infraestructuras y la apertura de Barcelona hacia el mar. Posteriormente, la capital catalana se afianzó como ciudad competitiva y abierta al mundo. Y, actualmente, ‘el cambio climático y la sostenibilidad son una oportunidad para apostar y convertirse en líderes en economía circular y economía azul‘. Pero “pido urgencia. El mundo no espera. Nosotros que tenemos grandes activos no podemos perder esa oportunidad”, añadió.

En este sentido, Aurora Catà reclamó reforzar la ‘colaboración público-privada, una fiscalidad competitiva y un sector público eficiente‘. “Si queremos competir, es necesario modificar las condiciones fiscales” defendió, y pidió una fiscalidad equiparable a los países del entorno y que fomente la retención de talento. Además, también insistió en que las administraciones públicas deben estar al servicio de las personas y junto a las empresas y los emprendedores y deben ser ágiles y facilitadoras. ‘Debemos superar el qué queremos ser de mayores y apostar por el talento‘, sentenció la presidenta de Barcelona Global. Y para ello hace falta “consenso, valor político a largo plazo y liderazgo”.

Aurora Catà también reclamó la apuesta clara por la educación en inglés afirmando que ‘tenemos que hacer del inglés una lengua de amplio uso en total armonía con las lenguas propias’. En cuanto a la movilidad, reclamó visión a largo plazo –contemplando la región metropolitana– y la ejecución de las inversiones necesarias para mejorar el metro, cercanías y aumentar y fomentar las conexiones intermodales.

Preguntada por el turismo, Catà afirmó que ‘hemos perdido la oportunidad de replantear qué modelo queremos’ y defendió trabajar hacia un modelo de turismo compatible con la vida de los ciudadanos, desentacionalizándolo y centrándolo en la cultura.

Durante su intervención, Irene Rigau reivindicó el papel relevante de la acción política en la configuración del modelo lingüístico catalán. ‘Parece que sea una conquista popular, (…) pero ha sido el resultado de diferentes elementos: la reivindicación social, la voluntad política y el compromiso de los maestros‘. En este sentido, ante la sentencia del TSJC para que se garantice el 25% de castellano en todo el sistema educativo, es necesario que estos tres elementos vuelvan a ir de la mano, afirmó la exconsejera, al tiempo que explicó su propuesta.

La ejecución de la sentencia requiere la adopción de una disposición de carácter general. Por este motivo, Irene Rigau propone redactar una propuesta de ley a partir de la Ley de Política Lingüística, que tiene un capítulo de enseñanza. ‘Si no regulamos desde la Generalitat, lo hará el Ministerio cuando ya no nos necesite‘ aplicando el 25% a todo el sistema educativo, alertó. Además, para dotar al proyecto de la legitimidad democrática necesaria, la exconsellera aclaró que la respuesta a la sentencia tiene que hacerse desde el consenso y que “el PSC debe estar”. Porque ‘el catalán es su lengua, había estado y tiene que volver a estar”, sentenció.

Ante las voces que reclaman la desobediencia, Irene Rigau criticó la incongruencia de esta solución ya que, frente a la cincuentena de casos del 25%, ningún presidente ha desobedecido. Además, alertó de que la Fiscalía iría contra los directores de los centros, tal y como ésta ya había anunciado.

En este sentido, la exconsejera defendió el desarrollo de la ley Celaá, regular desde la Generalitat a través del consenso y ‘demostrar adecuadamente que actualmente ya tenemos en la escuela una presencia real de contenidos transmitidos en castellano’, que no son necesarios porcentajes pedagógicamente absurdos. ‘A través de la traza, la confianza y el estilo, defendamos nuestra lengua y nuestro modelo, garantizando que todos la aprendan’ sin excluir a nadie por razón de lengua.

Los tres economistas de CaixaBank Research coincidieron que el 2021 será un año claramente de recuperación. Con el impulso del proceso de vacunación, que aumentará la inmunidad de grupos claves de la sociedad, y el apoyo de la política económica hacen prever un crecimiento mundial del 5,5%.

Sin embargo, ‘la expansión económica será desigual en términos temporales y geográficos‘, alertó Àlex Ruiz. Se espera que Estados Unidos, China e india recuperen este 2021 los niveles de pre-pandemia, pero los países europeos y el Reino Unido tendrán que esperar más tiempo. Se estima que España no alcanzará los niveles de antes de la crisis hasta 2023.

En este contexto de multipolaridad, con China aumentando su peso mundial y su coliderazgo con Estados Unidos cada vez más consolidado, Catalunya, España y Europa deben pensar qué papel quieren jugar. En este sentido, ‘los fondos europeos son una gran oportunidad para transformar la economía española, afirmó Javier García-Arenas.

Hay que utilizarlos para financiar proyectos que maduren rápido y permitan un impulso económico a corto plazo, pero que a la vez generen un aumento de la productividad a medio y largo plazo. Algunos de los ejemplos que mencionaron son: inversión en viviendas sociales, edificios energéticamente eficientes, redes de conexión de mercancías y personas más sostenibles, entre otros.

Hacer efectiva la transformación tecnológica y la transición energética son los objetivos de los fondos europeos. Pero para que esto sea posible es necesario ‘mejorar la formación profesional de nuestro país e impulsar políticas activas laborales‘ que reduzcan la elevada temporalidad del mercado español. Además, añadió García Arenas: ‘la recuperación debe llegar a todo el mundo’.

Es necesaria, pues, ‘una política económica agresiva para aplacar el estrés financiero, garantizar la abundancia de liquidez y anclar el entorno de tipos de interés bajos que den cobertura a una política fiscal expansiva (clave para salir de la crisis) ‘, afirmó Adrià Morron. Ya que sino, el choque económico puede convertirse en ‘una pérdida de renta permanente’, alertó Àlex Ruiz. No osbtant, el reto pendiente es la mochila de deuda razonable, actualmente con una ratio del 120% en España.

‘Tenemos la obligación de utilizar este dinero para ser más productivos’

‘Estamos ante una oportunidad excepcional‘. Así inició su intervención Miquel Puig. El programa impulsado por la Unión Europea, a raíz de la crisis de la Covid, está dotado de 750.000 millones de euros. De esta cifra, a España le corresponden 121.000 millones de euros, el ‘equivalente a dos Planes Marshall’, casi el 10% del total del PIB español. ‘Tenemos la obligación de utilizar este dinero para ser más productivos’, añadió. Europa ha aceptado endeudarse y este endeudamiento lo pagarán nuestros hijos. ‘La única manera de salir de la insuficiencia financiera y financiar el Estado del Bienestar es siendo más productivos‘, sentenció Miquel Puig.

‘Estos fondos no son para hacer políticas anticrisis, sino que son para hacer política industrial‘, y así lo ha especificado la Unión Europea, explicó Miquel Puig. Europa tiene como objetivo la transición ecológica para alcanzar la neutralidad de emisiones de CO2, por un lado, y la transición digital para lograr la soberanía tecnológica y no depender ni de Estados Unidos ni de China, por el otro. En este sentido, ¿qué proyectos empresariales catalanes podrían acceder a los fondos?

Vehículo autónomo y connectado

Miquel Puig es partidario, por una parte, de aprovechar la industria existente de nuestro país y transformarla. ‘Es imprescindible asegurar que la fábrica de Martorell fabrique vehículo eléctrico durante mucho tiempo’, afirmó; por tanto, ‘es vital que en la fábrica de Nissan se instale un fabricante de baterías eléctricas‘. Además, tenemos que impulsar la investigación aplicada sobre el vehículo autónomo y conectado, añadió.

Industria agroalimentaria

Otra de las industrias más productivas y exportadoras de Catalunya es la agroalimentaria, pero ‘hay una espada de Damocles sobre ella: el efecto de los purines sobre los acuíferos’. La inyección de financiación procedente de Europa es una oportunidad excelente para resolver este problema y dotar de sostenibilidad y supervivencia a este sector.

Sistema de salud

En tercer lugar, tenemos un sistema de salud muy potente en calidad asistencial y en investigación que debemos explotar. ‘Tenemos una oportunidad clarísima de construir sobre esta base, de prestación e investigación en salud, un sector económico’ puntero y competitivo internacionalmente.

Por el contrario, Miquel Puig se lamentó de la no existencia de un proyecto innovador para la industria química de nuestro país como el que existe en el País Vasco, donde hay una clara apuesta por el hidrógeno verde.

‘En Catalunya tenemos un ecosistema en investigación muy potente y debemos aprovechar esta oportunidad para consolidarlo‘

Por otra parte, Miquel Puig también quiso mencionar dos ejemplos de proyectos pioneros de nuestro país que se están posicionando internacionalmente, y que son fruto de una apuesta clara en Catalunya por la investigación: el liderazgo del Barcelona Supercomputing Center (BSC) para diseñar el chip digital europeo que dotará Europa de soberanía tecnológica; y el posicionamiento destacado del ICFO para convertirse en un nodo, dentro de una red europea, en ciberseguridad basada en computación cuántica. ‘En Catalunya tenemos un ecosistema en investigación muy potente y debemos aprovechar esta oportunidad para consolidarlo‘.

‘Debemos hacer apuestas sensatas, que transformen nuestra economía, que la modernicen’ y la pongan al frente de la economía del conocimiento y del talento. ‘Los proyectos realmente transformadores son colectivos‘, añadió. Es decir, es imprescindible unir esfuerzos y aprovechar sinergias entre diferentes iniciativas privadas y públicas.

‘Es fundamental llevar a cabo la reforma del modelo de financiación autonómica, pendiente desde 2014. Y más aún en el contexto de pandemia actual, que las comunidades autónomas necesitan poder gestionar servicios públicos esenciales’, sentenció Jesús Huerta.

Pero “una reforma, ¿para qué?‘, Se preguntó al inicio de su intervención Maite Vilalta. ‘Una reforma para seguir avanzando hacia la configuración de un modelo que haga compatible la autonomía tributaria de los gobiernos autonómicos con un principio de equidad, donde la soberanía fiscal no sea patrimonio del gobierno central, donde se nivelen parcialmente los recursos (haciendo efectivo un principio de equidad), donde se coordinen las decisiones en materia fiscal, donde se vele por la estabilidad de la hacienda de todos los gobiernos y donde se cumplan los pactos‘. ¿Pero quien quiere esta reforma? ‘Catalunya, durante años, ha jugado un papel proactivo, pero ahora no está’, se lamentó.

Durante su intervención, Francisco Pérez enumeró las tres causas por las que ‘los resultados de la aplicación del modelo de financiación de 2009 han sido entre pobres y malos’. 1- la incorporación, en la fase final de la negociación del diseño, de fondos que rompieron el elemento central de asumir una nivelación parcial que cubriera los gastos de servicios públicos fundamentales mediante el fondo de garantía; 2- la recentralización de recursos con la crisis; y 3- la falta de lealtad institucional en su gestión y aplicación.

‘El equilibrio fiscal se ha roto a favor del gobierno central‘, añadió Maite Vilalta. Pero a su vez, Diego Martínez afirmó que la pandemia había puesto de relieve la insuficiencia financiera de los servicios de salud de este país, por un lado. Pero por el otro, también había demostrado que era esencial poder contar con un estado central fuerte con el fin de acceder a los fondos europeos, al mercado mayorista de capital, etc., ‘y con capacidad de reacción relativamente rápida y contundente a efectos de una política fiscal de estabilización ‘. Estos son los dos brazos de la balanza que ‘me llevan a reconsiderar el equilibrio vertical entre diferentes niveles de gobierno‘, concluyó. 

En cuanto a la nivelación, Diego Martínez defendió, desde un punto de vista técnico, la eficiencia de una nivelación completo, siempre que se acompañe de medidas adicionales, como por ejemplo recaudaciones normativas de diseño y agencias tributarias implicadas con los incentivos muy bien alineados, para captar recursos sin costes de ineficiencia ni costes de incentivos perversos.

Por el contrario, Jesús Ruiz-Huerta defendió una nivelación parcial con el argumento de que ‘con la aplicación de una nivelación total, el margen de autonomía queda muy limitado y genera problemas de incentivos por parte de las comunidades autónomas, tanto por parte de las que ceden recursos como de las que reciben ‘.

La primera mesa redonda, titulada ‘El debate sobre la financiación autonómica hoy‘, contó con la participación de Antoni Castells, consejero de Economía y Finanzas de la Generalitat de Catalunya entre 2003 y 2010; Andreu Mas-Colell, consejero de Economía y Conocimiento de la Generalitat de Catalunya desde 2010 hasta 2016; y Albert Castellanos, secretario general del Departamento de la Vicepresidencia y de Economía y Hacienda de la Generalitat de Catalunya. Moderó el acto Martí Parellada, presidente de la comisión de Economía de Amigos del País.

Castells comenzó su intervención denunciando que ‘la cuestión del soberanismo ha pasado por encima’ del debate sobre la financiación y, según él, si Catalunya no lidera la reforma del modelo -pendiente desde 2014-, no lo hará nadie. ‘Hace falta abordar dos cuestiones fundamentales: el aumento de la autonomía tributaria y el grado de nivelación, excesivo actualmente‘, afirmó.

Además, Antoni Castells añadió que el modelo de financiación está estrechamente ligado al modelo territorial del estado (radial o multipolar). ‘Si Washington fuera Nueva York, Estados Unidos no sería un país federal. Si Ottawa fuera Toronto, Canadá tampoco sería federal ‘.

Por su parte, el conseller Mas-Colell reivindicó la importancia de tener una Agencia Tributaria propia. ‘Debemos hacer lo posible para fortalecerla y ponerla al frente de cualquier negociación‘, añadió.

También, durante su intervención, denunció la poca transparencia del sistema de financiación actual, por un lado. Y por otro, alertó de los incentivos del gobierno español a desviar deuda hacia las Comunidades Autónomas para financiar proyectos, cuya competencia recae sobre Madrid. ‘Las Comunidades Autónomas deben tener capacidad de endeudamiento pero debe servir sólo para inversiones donde el gobierno central no tiene competencia‘.

En su turno, Albert Castellanos denunció que ‘ninguna de las reformas del sistema de financiación autonómica, dentro del régimen común, ha sido capaz de solucionar los problemas estructurales de la financiación de la Generalitat‘.

Las causas son, según el secretario general de Vicepresidencia y Economía, la falta de responsabilidad fiscal por parte del gobierno español; el desequilibrio horizontal que genera la opacidad del proceso de nivelación; y el desequilibrio vertical, que provoca que el aumento del gasto atendido por parte de Cataluña no haya ido acompañado de un incremento de los ingresos. Este hecho se debe a cambios normativos que no estaban contemplados en un inicio y que dotan de arbitrariedad el modelo de financiación. En este sentido, Albert Castellanos concluyó que ‘hay que abordar un cambio de paradigma para alcanzar la plena soberanía fiscal‘.

Preguntados sobre una posible ley de armonización, los tres participantes estuvieron de acuerdo en que un exceso de competencia fiscal es perjudicial para Cataluña. Pero hay que encontrar soluciones que lesionen el mínimo la autonomía fiscal.

En este sentido, Antoni Castells explicó que Estados Unidos solucionó este problema, a principios de los años 20 del siglo pasado, fijando un tipo mínimo del 12% sobre sucesiones y anunciaron la deducción del 100% de los impuestos estatales sobre el impuesto federal. Andreu Mas-Colell, en esta línea, añadió que también sería partidario de una ley de desconcentración para hacer frente a la competencia desleal de Madrid, que concentra todas las instituciones del Estado.

Barcelona, al principio de la transición, estaba predestinada a ser motor de cambio de una nueva España abierta y moderna. Era una ciudad con un fuerte carácter identitario, con una base industrial consolidada y con un tejido emprendedor con fuertes vínculos con los mercados europeos.

En cambio, Madrid tenía una clase política débil y desacreditada y una élite económica muy débil. Sin embargo desde la década de los noventa hasta la actualidad, Madrid ha conseguido crecer por encima de Cataluña.

El factor capital, el sistema de infraestructuras radial, que converge en Madrid, y las economías de aglomeración pueden haber contribuido al facilitar el impulso económico de Madrid, pero la principal causa, según Andrés Rodríguez-Pose, es una ‘deriva institucional’.

Durante la década de los ochenta, en Madrid emergieron diferentes grupos económicos, sociales y culturales, muy pequeños y sin capacidad de ejercer el poder sobre el resto, que propició la interacción entre ellos y la experimentación. Más tarde, el gobierno español consiguió consolidar este dinamismo económico.

Por el contrario, en Barcelona existían élites muy potentes y excluyentes, que no favorecían la interacción e innovación. Además, ‘el aumento del catalanismo polarizó aún más la sociedad catalana, ya dividida, desembocando en un conflicto político y social, que en limitó el potencial de crecimiento económico‘, sentenció el profesor.

Pero Andrés Rodríguez-Pose avisa que tanto Madrid como Barcelona hace tiempo que están perdiendo competitividad. ‘España tiene capacidad para albergar más de una ciudad líder’ pero se necesitan reformas urgentes. ‘Hay que solucionar los déficits de inversión en capital humano e innovación’ y apostar por una política industrial adecuada.