La educación es el proceso interno por el cual las personas amplían y profundizan sus aptitudes, por lo tanto es en la educación donde se encuentra la llave para impulsar el desarrollo personal y colectivo de los humanos, y la clave para aumentar la productividad y la competitividad. La educación es la adecuación básica para garantizar el futuro y disfrutar la calidad de vida. Nos dice Paül Natorp “el hombre sólo se hace hombre mediante la comunicación humana”, y la comunicación ineludiblemente necesita educación. Por lo tanto es necesario cuestionarse las razones por las que no se otorga a la educación el carácter de política estratégica de Estado; es decir, por qué no se preserva de las coyunturas de los periodos electorales y de los problemas coyunturales que pueden distorsionar u oscurecer su misión, una misión que no solo permite mejorar la competitividad de las empresas, sino que también facilita la convivencia y hace posible el desarrollo de sociedades cada vez mas multiculturales, intercomunicades y en consecuencia interdependientes. Para mantener la complejidad creciente se exige fuertes y flexibles convicciones, las cuales deben garantizar la convivencia pacífica, tolerante en la diversidad y solidaria en el ámbito social, tanto local como globalmente. Pese a que la mayoría de las voces asumen estos hechos, es una realidad contrastada que estos últimos 10 años han sido infructuosos en este crucial camino, el sistema educativo no ha cumplido con su misión, y tendríamos que aceptar que su producto, o sea nosotros, no alcanzamos niveles adecuados tanto en actitudes, básicas para afrontar los retos cambiantes, como en las aptitudes, fundamentales para conseguir el desarrollo; así lo explican y certifican los diversos informes de la UNESCO, OCDE, o los informes LOZA, y en el ámbito catalán el último informe de la Fundación Bofill. El problema es especialmente grave en España y Catalunya, sin embargo tampoco se escapan amplias zonas del planeta, donde los sistemas educativos no han sido capaces de atender las necesidades de formación de toda la población. Sirva como ejemplo que en América Latina, según las estadísticas elaboradas por la UNESCO, “si bien el promedio de escolaridad de la población es de 6,3 años, el 10% de los niños/as provenientes de hogares con mayores ingresos alcanza 11,4 años de escolaridad, mientras que el 10% de los niños/as provenientes de hogares más pobres sólo están en la escuela 3,1 años”. Probablemente es en este punto donde residen muchos de los problemas que frenan el desarrollo de esta importante región, con la que compartimos estrechos lazos culturales. Como señalaba anteriormente, el problema no es sólo de España y Catalunya. Europa en su conjunto también presenta problemas en el sistema educativo, como muestra tenemos el último aviso de la comisión del tercer cuatrimestre del 2007, en el cual, según un estudio realizado por la Comisión Europea, se evidenciaba que 1 de cada 6 jóvenes abandona los estudios prematuramente, y que 4,6 millones de europeos entre 15 y 24 años están en el paro, pese a la falta de mano de obra evidente y a la bonanza económica que el mundo ha gozado en estos últimos años. Sabemos también que la inserción en el mercado laboral es un proceso complejo, ya que más de la mitad de los puestos de trabajo actuales en la Unión requieren alta capacitación y capacidad de esfuerzo e interrelación, unas habilidades y capacidades que faltan a casi un 25% de los jóvenes europeos de acuerdo con los datos de la propia comisión. Las razones de esta situación en la educación son múltiples, sin olvidar la necesidad de superar el gasto en formación, el problema es preciso contextualizarlo en su evolución historia; en este sentido sabemos que en España el problema es crónico, ya que al inicio de este milenio, la inversión en educación del Estado español fue del 4,9% del PIB, una cifra inferior a la media de la OCDE, (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), que era del 5,9%, y también menor a la del 1995 que era del 5,5%. Con estas cifras, en el inicio de este tercer milenio, se constata que España dedicaba por alumno unos 5.000 dólares, un 20% menos que el promedio que era de 6.361 dólares, y lejos de países como Estados Unidos, que destinaba 10.000 dólares, Suiza con 9.000 dólares, o los países del norte de Europa que superaban los 8.000 dólares. Sin embargo no debemos centrar nuestro análisis solamente en el aumento del presupuesto, un hecho que ha tenido sensibles mejoras en los últimos años, como se puede constatar en los presupuestos generales del Estado para el 2008, ya que en lo que se refiere al Ministerio de Educación y Ciencia alcanzó 6.517, 8 millones de euros, incrementándose en un 117% respecto al 2004 en la línea estratégica de potenciar la formación y la inversión en I+D+1. Las razones son diversas, y para conseguir una buena formación no es preciso superar únicamente el 6% recomendado por el Foro Mundial de Dakar con la finalidad de conseguir una educación de calidad para todos; es necesario explorar las razones de la falta de éxito del sistema educativo en los aspectos intrínsicos del modelo, y aquellos otros que configuran el ecosistema escolar, social y familiar, los cuales tienen un impacto incluso mayor que el derivado de los propios presupuestos. Tan solo con este equilibrio será posible reducir el abandono escolar, potenciar la cultura del esfuerzo y mejorar las perspectivas profesionales, consiguiendo una correlación directa entre retribución, carrera profesional y formación. Es imprescindible mejorar la relación entre el sistema educativo y la sociedad, incrementar el sentido de la responsabilidad y la cultura del esfuerzo. En consecuencia, para analizar el sistema educativo es necesario considerar el conjunto de elementos que el configuran, es decir, el ecosistema donde se desarrolla y presta su misión. Es preciso considerar simultáneamente: el sistema escolar, la organización familiar y el entorno sociocultural. En cuanto al sistema escolar es necesario esforzarse en comprender la escuela como una comunidad de aprendizaje y desarrollo psíquico y físico, la cual se propone la excelencia; fomenta el rigor, el esfuerzo, el espíritu crítico y la disciplina; valora la ciencia y se asume que en el seno de esta comunidad se trabaja sincrónicamente, tanto las aptitudes, habilidades y conocimientos, como las actitudes y la responsabilidad. Un sistema escolar que requiere no solo docentes, sino también de psicólogos, médicos y nutricionistas con el fin de poder conjugar armónicamente formación y desarrollo. Todos estos aspectos, que han demostrado su idoneidad en otros lugares, son asignaturas pendientes en el modelo catalán y español. Actuar en el sistema escolar implicando y considerando todas estas áreas, seguro que nos abrirá un gran camino para recorrer. En cuanto a la organización familiar, no se puede olvidar que en nuestro país no se ha asumido que la familia es la primera responsable de la formación, y que a menudo los valores de responsabilidad compartida, el diálogo y los proyectos conjuntos no existen, ni tan solo contemplamos que con frecuencia la familia es solo un conjunto de personas, en muchos casos desestructurado, que comparte un espacio y recursos, un hecho que complica enormemente el proceso de aprendizaje y repercute negativamente en la escuela. Finalmente, en referencia al entorno socio-cultural constatar que todo conduce hacia el tiempo libre, el entretenimiento y el ocio exclusivamente evasivo, lejos de aquellos que pueden complementar o enriquecer el proceso formativo. Falta deporte activo y constante, faltan también los hábitos de lectura, se desaprovecha la capacidad pedagógica de la televisión, en especial la pública, en definitiva la escuela tiene que incorporar una sobrecarga, que es la asociada a disponer de un tejido social con nivel cultural bajo y con tendencia al mínimo esfuerzo. Podemos afirmar que la formación es un reto pendiente, que es necesario hacer una apuesta integral, potenciando el sistema escolar; facilitando la compatibilidad del desarrollo profesional con el desarrollo familiar, con una clara protección de las madres tal y como se hace en los países del norte de Europa, en especial en la época donde los hijos son menores; utilizar los recursos públicos dirigidos a las televisiones para desplegar su potencial en cuanto a despertar y fomentar la curiosidad que lleva al aprendizaje, el reconocimiento del valor de los conocimientos y el espíritu técnico, científico y creativo. Todo un conjunto de retos y asignaturas pendientes, que configuran una tarea compleja a la que hay que sumar esfuerzos y voluntades, en la que es preciso generar debate y buscar el consenso para hacer posible un pacto de Estado, blindado a las confrontaciones electorales y a los ciclos económicos, como única vía para afrontar este reto estratégico Lina Zulueta Fernàndez Filòloga i psicopedagoga. Membre de la Junta directa del Cercle per al Coneixement. (www.cperc.net) Abril 2008

El segle XX ha estat un temps contradictori, a més d’haver viscut cruents conflictes també ha aportat grans avenços científics i tecnològics. Afortunadament nosaltres gaudim d’aquests avanços, i encara podem continuar fruint d’un benestar general, si el coneixement ens acompanya. Una de les claus per mantenir aquest bon procés econòmic i social són les persones, persones formades, aptes per a desenvolupar-se en una societat complexa, plural, comunicada en temps real i global. La societat requereix que les persones que la integrin siguin capaces d’ afrontar els problemes presents i el reptes que esdevindran, però si això ja és important, encara es necessita més per mantenir la cohesió, per evitar extremismes, i per reconèixer el progrés; per tant és necessari que tots els membres socials estiguin formats, i que disposin de coneixements suficients per desenvolupar-se en situacions variables; de manera que quan ens trobem amb el fracàs escolar no es tracta tan sols de la incapacitat d’alguns alumnes que no finalitzen els estudis o no adquireixen l’acreditació associada als estudis cursats, sinó que el fracàs és més profund, és la causa que sovint impedeix la lliure capacitat d’elecció. Espanya és un dels Estats amb menys desigualtat eductiva, i des de 1991 ha multiplicat per dos el percentatge de persones amb estudis de batxillerat, però els resultats del nostre sistema eductiu són dolents. Aquest és un fet conegut des de fa molt de temps però ignorat per tots aquells que saben la importància de l’educació, que observen amb cura els informes que analitzen de forma comparativa els resultats dels sistemes educatius de diversos països. L’informe PISA 2000 (programa per l’avaluació internacional dels alumnes), que involucrava a 32 països de la OCDE, avaluant la capacitat que tenen los alumnes de 15 anys en aplicar els seus coneixements en lectura, matemàtiques y ciències, va posar en evidencia que els alumnes de l’Estat estaven per sota de la mitjana dels països europeus més avançats en la capacitat per comprendre el que es llegeix, en redactar i en matèries instrumentals tant les bàsiques com les matemàtiques”. Els resultats dels nostres joves ocupaven la posició 18 en habilitat lectora, la 23 en matemàtiques i la 19 en ciències. La importància de les 3 àrees és notòria, però voldria posar èmfasi en la relativa a la capacitat lectora, ja que aquesta habilitat és determinant per avançar en el procés de l’aprenentatge, i la seva absència impedeix continuar aprenent i s’adquireixen seriosos riscos d’esser exclosos del sistema productiu, en disposar de poques habilitats per afrontar les exigències ocupacionals, especialment quan el model econòmic adquireix els trets propis de l’economia basada en el coneixement. Si l’informe Pisa 2000 encenia una llum d’alarma, 3 anys després, l’informe corresponent al 2003 indicava, ja analitzant 41 països quant matemàtiques, ciències, lectura i resolució de problemes reals, que els resultats dels alumnes espanyols seguien sense millorar posicions. Els resultats es trobaven en una situació semblant als del 2000, aleshores el 20% dels alumnes no assolien el nivell mínim en matemàtiques i al 2003 el percentatge era del 23%. Quant a la comprensió de textos i en ciència es trobaven en una posició similar, si bé, segons indicava l’informe, la disminució era estadísticament irrellevant. El que és innegable és que a nivell global els resultants se situaren per sota de la mitjana dels 30 països de l’OCDE avaluats, i els coneixements adquirits eren inferiors en totes les àrees als resultats mitjans dels països més desenvolupats del món. Aquests són els antecedents de l’evolució del sistema educatiu, per tant no sorprèn que Espanya, segons el darrer informe Pisa publicat recentment, segueixi amb resultats semblants als del 2003, la qual cosa implica estar per sota de la mitjana de resultats dels estudiants dels països de l’OCDE. En contrapunt a països com Finlàndia que segueix millorant, o Canadà que passà del lloc 11 al 2003, al tercer lloc en el 2006; igual que Alemanya i Àustria que a partir del primer informe endegaren actuacions per millorar, ja que de fer-ho o no es jugaven el futur dels seus ciutadans. Aquestes actuacions han permès passar del lloc 18 al 10 a Alemanya i del 23 al 14 a Àustria. Evidenciant que quan el diagnòstic es pren seriosament, fugint d’anàlisis complaents i de les justificacions, la millora dels resultats és possible. L’Informe PISA també mostra les asimetries entre les diverses comunitats de l’Estat espanyol; Catalunya és una de les que assoleixen pitjors resultats, retrocedint respecte el 2003, especialment amb ciències on perd nou posicions i se situa en el penúltim lloc del rànquing de l’Estat, sols per sobre d’Andalusia. Unes dades que confirmen el diagnosi de l’estudi elaborat per la Fundació Jaume Bofill, que el passat octubre explicava que el fracàs escolar a Catalunya sols era superat a Espanya pel estudiants canaris i extremenys; quant a la Unió Europea només Malta i Portugal presentaven xifres pitjors a les catalanes. És molt preocupant que el 34,1% dels estudiants catalans, segons l’estudi esmentat, deixen d’estudiar entre els 18 i els 24 anys, 4 punts per sobre de la mitjana de l’Estat, i 20 punts per sobre del fracàs escolar del País Basc. Un fracàs escolar que cal considerar-lo amb una altra dada preocupant, la qual ens indica que Catalunya es troba a la cua d’Europa quant a percentatge de població que supera l’educació secundària, ja que únicament el 60,3% dels estudiants catalans superen l’ESO (7,8 punts menys que al 2000), cosa que representa 15 punts per sota del percentatge de La Unió Europea. De ben segur que l’educació requereix més inversió, superant el 2,1% que actualment es dedica a Catalunya, i esforçant-se per superar el 3,5%, com apunten diversos estudis, ja que durant anys l’assignació de recursos a l’educació no va ésser prioritària. Una manca d’inversió en formació, que no és sols en formació bàsica, perquè mentre la Unió Europea gasta de mitjana en formació per cada aturat uns 1.327€ o Alemanya 2.033€, a Espanya són sols 479€, segons indica l’Euroíndex laboral IESE-Adecco, un fet que dificulta seriosament la reincorporació al mercat laboral dels desocupats. Una xifra que cal enquadrar-la sabent que Espanya és el país que més diners dedica a subvencions als aturats. És necessària més inversió, sense cap mena de dubte, però també és cert que els professors tenen clares mancances atès el seu model de formació, ja què els escenaris en què desenvolupen la seva activitat són molt diferents per als que van esser entrenats. Malauradament l’opció per l’ensenyament és tan sols una alternativa per a molts professionals, quan altres vies no han funcionant, i que la implicació dels mitjans de comunicació, en especial la TV pública, és nul·la. Però a pesar d’aquests aspectes, cal entendre que el procés d’aprenentatge és molt complex i que no es circumscriu exclusivament a l’àmbit de l’escola. L’èxit o el fracàs està molt arrelat tant al model d’ensenyament, a l’estabilitat del mateix, a l’organització de les classes i matèries, a la preparació dels mestres i als recursos assignats, com a l’estructura i l’ambient familiar. L’educació en aptituds requereix de mesures escaients, i per afrontar-les es necessita de la unitat familiar, sigui com sigui l’estructura però sempre responsable, i del conjunt d’agents i canals d’informació. Conseqüentment, molts són els fronts on cal treballar, ja que malauradament el nostre model es basa en un ensenyament que no esperona l’esforç i oblida l’excel·lència, que té característiques poc flexibles i uniformitzats en un entorn clarament heterogeni, que el nivell de formació dels pares és baix, espacialment els materns, que té poca disposició per assolir alts nivells de lectura i garantir la capacitat de comprendre el que es llegeix, que no assumeix dotar als joves de capacitat per observar, analitzar i reflexionar, que el pares, renunciant a les seves obligacions, deleguen a l’escola tant l’educació com la formació i que la formació dels mestres no s’ajusta a les exigències dels temps actuals. L’estructura de suport, la qual configura el caràcter per afrontar reptes significatius, és la unitat familiar i esdevé una de les claus més significatives en l’èxit de l’adaptació dels alumnes a l’estudi. El contacte pares i fills és fonamental per configurar les actituds adequades, però en la societat actual altament consumista i amb salaris que obliguen a treballar a dedicació plena al pare i a la mare la falta de temps disponible perjudica la relació. La separació familiar podria no ser negativa, però la majoria de vegades és un motor de concessions desmesurades als fills per aconseguir la seva estima o en la recerca de l’autocomplaença reparadora per no dedicar el temps que els fills requereixen. En la societat actual, amb freqüència els avis substitueixen als pares en la millor de les ocasions, perquè habitualment és la televisió, i les seves ensenyances, la que substitueix als adults. Sovint molts infants passen més hores davant la televisió que a l’escola, i que la programació infantil està disminuint per no ésser rendible, aquest fet és prou conegut des de gener del 2004, quant el Consell del Audiovisual de Catalunya va presenta el Llibre Blanc sobre la educació en l’entorn Audiovisual, en el que s’indicava que els menors entre 4 i 12 anys passen 990 hores anuals davant la televisió, en contrapunt a les 960 que passen en el col·legi, i a la vegada que la franja horària en què els infants veuen més televisió és entre les 9 i les 12 del vespre. A aquestes hores cal sumar-ne el temps dedicat a videojocs, o en l’ordinador, de mitjana unes 30 hores setmanals davant de la pantalla. Unes hores que la majoria dels nens estan sense supervisió d’adults. Solucionar el problema de l’educació comporta un doble compromís, disposar d’excel·lents escoles, professors i recursos, però també de conciliar la vida professional i la familiar, el treball i l’educació dels fills. Com fer-ho és el repte, però Catalunya i Espanya no són diferents a altres països que estant guanyant el repte de l’educació, cal analitzar les millors solucions i aplicar-les, sabent que sols harmonitzant família, treball i lleure donarà els millors fruits. En aquest projecte plural no valen visions curtes, ni egoismes ideològics, cal entendre que bons resultats en educació sols els obtindran els qui assumint el repte de l’aprenentatge, l’apliquen amb coneixement, sense renunciar a harmonitzar l’estudi amb la relació i el compromís social, en definitiva aquells que adopten l’equilibri en la complicitat i continuïtat entre escola i família. Lina Zulueta Fernández. Filòloga y psicopedagoga. Membre de la Junta directa del Cercle per al Coneixement.

Aquests darrers dies, conversant amb professors universitaris ha sortit de forma reiterada un tema que ens preocupa a tots; em refereixo a l’escassa preparació dels estudiants que arriben a la universitat; lamentablement estem d’acord en afirmar que hi ha una disminució quant als coneixements assolits en l’etapa preuniversitària i que les actituds no es regeixen per la capacitat d’esforç, la curiositat per aprendre, o la voluntat d’assolir el màxim que les pròpies capacitats permetin. El desconeixement quant a l’història, la filosofia o la pròpia llengua condueixen a la incapacitat de comprendre plenament el que es llegeix i porten la persona a interessar-se només per allò que creu que li agrada. No és conscient que cada vegada que rebutja l’esforç d’afrontar-se a una complexitat, el que en realitat està fent és reduir la seva capacitat cognoscitiva, de forma que es dirà: “no llegeixo perquè no m’agrada”quan en realitat és que no sap comprendre. Conseqüentment, si no tenim una bona preparació, la nostra escriptura mancarà de fluïdesa i contingut. Tot això, unit a la manca de capacitat d’abstracció i lògica deductiva i el domini de llengües estrangeres són els trets que defineixen a una gran part dels estudiants que ja han superat l’etapa d’ensenyança general obligatòria. Les causes són diverses, però sabem que 3 són coincidents i ocupen les primeres posicions en l’enumeració: l’entorn familiar regit per un excés de tolerància , el que els educadors denominen “pares permissius”, els que confonen la benevolència amb la debilitat i cedeixen a les exigències inapropiades dels fills, sorgit del sentiment de no dedicar-els-hi el temps requerit. Per altra banda, la manca d’eines pedagògiques fonamentades en els avenços científics i tecnològics, i de formació dels quadres docents quant als requisits de la societat global hiperconectada, assumint que un excés de informació no vol dir coneixement. I en tercer lloc, la manca de reconeixement i cessió d’autoritat al professorat; els bons professors són els que obtenen el millor rendiment de cada alumne, però és necessari que la societat reconegui la importància d’ aquests professionals. Luc Ferry, ex ministre d’educació francès, escriu: “s’ha de dir als alumnes que l’educació és l’únic camí per arribar a l’edat adulta i que s’hauran d’esforçar per poder-la gaudir”. Tres fets que, junt a una certa cultura del “laissez-faire” que impregna la societat i el “delegacionisme” present en la tasca educativa dels pares en altres persones, avis i veïns, o en organitzacions de lleure i esport, configuren els ingredients que expliquen els pèssims resultats quant a avaluació objectiva del nostre sistema educatiu i l’elevat índex de fracàs que presenta. La preocupació per l’ensenyança dels joves té que enquadrar-se en els canvis de paradigmes que viu el món en la seva totalitat: com a conseqüència de la revolució informacional i l’obertura dels mercats, la societat del coneixement és un fet inqüestionable i no pot oblidar-se que un dels grans reptes de la societat contemporània és “l’educació dels seus ciutadans i en especial la dels més joves. Educació entesa en el sentit més ampli del seu significat: adquirir la capacitat intel•lectual que possibilita aprendre a aprendre al llarg de tota la vida, això és, saber utilitzar les informacions disponibles i interrelacionar-les per tal de generar els coneixements que permeten afrontar amb èxit els desafiaments de la globalització, la interdependència, la multiculturalitat i la sostenibilitat”, tal com ja indicava el Cercle al 2001 en un dels seus documents fundacionals. Una educació que no sols té que adreçar-se al més joves, sinó també als adults per tal d’evitar la seva exclusió, tant del sistema productiu com del progrés social i intel•lectual. Un altre factor important en el món educatiu que té seriosos problemes és l’escola: Espanya és un dels 4 països amb més fracàs escolar del món desenvolupat, 1 de cada 3 joves no finalitza l’ensenyament obligatori, tenim la tassa més gran d’abandonament dels estudis de la UE, i la quinta dels països de la OCDE, el maltractament entre companys és un fet reconegut, i la problemàtica dels mestres que no es senten respectats. Sabem que ens queda un llarg camí per igualar els recursos destinats a ensenyament als dels països amb els qui ens hauríem d’emmirallar, com són els escandinaus; però coneguts els problemes, sols cal posar-hi solució i de ben segur que la capacitat i l’enginy per afrontar-los no ens falta, només hem de reconèixer el problema, assumir-lo i aplicar-hi solució, prioritzant les politiques o actuacions, mai amagant-lo o mirant cap un altre costat. Si bé he volgut cridar l’atenció sobre un problema que, per ser crònic, no hem d’acceptar, voldria també recordar algunes propostes per resoldre’l que el Cercle ja ha demanat de forma reiterada, i que encara segueixen pendents: Ajustar els models educatius en base a potenciar “aprendre a aprendre”, incrementar l’eficàcia en el tractament de les informacions disponibles i personalitzar l’ensenyament a les peculiaritats de cada persona. Dotar als pedagogs, per incrementar l’eficiència de la seva tasca, de nous materials i eines construïdes amb tecnologia computacional de tal manera que les TIC i la digitalització desenvolupin un paper cabdal en el procés de transmissió del coneixement. Definir, dissenyar i construir nous material didàctics que possibilitin dominar l’ús dels coneixements adquirits. L’experiència com a informació assimilada i contrastada ha d’ésser adquirida al llarg de la fase d’escolarització. Assolir nivells d’escolarització més elevats en l’ensenyament post-obligatori. Revisar i redefinir els currículums per ajustar-los als requeriments del mercat de treball endegant polítiques encaminades a possibilitar l’estudi i el treball remunerat. Disposar de material i actuacions específics per minimitzar el fracàs escolar, assumint que aquest és determinant en les expectatives de futur personals i col•lectives. Propostes del Cercle que compartim molts, i en les que voldríem insistir en aquest nou any , ja que de l’educació dels nostres infants i joves depèn el progrés i prosperitat de l’esdevenidor. Lina Zulueta Fernández Filòloga, associada al cercle per al Coneixement Barcelona 20 de desembre de 2006