El catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación de Barcelona aseguró que ‘la tecnología [para el coche autónomo] está ahí,’ pero que habrá que ‘espabilarse’ para llegar a la fecha mencionada con el despliegue de las infraestructuras específicas. En este sentido, lamentó que Europa se haya vuelto a quedar atrás frente a Estados Unidos, que es actualmente el principal productor mundial de chips nuevos de movilidad.

En cuanto a Catalunya, donde tradicionalmente el sector de la automoción ha sido tractor del sector industrial del país, Lluís Jofre alertó de que ‘nos jugamos mucho’ y ‘tenemos que evitar que una sacudida nos deje fuera de la carrera”. Por este motivo enfatizó en la necesidad de “trabajar para ser capaces de posicionarnos en el sector” ante este cambio de paradigma.

“La tecnología [para el coche autónomo] está ahí, pero habrá que espabilarnos” 

Ciertamente, ‘Catalunya tiene elementos diferenciales para jugar ventajosamente en esta nueva movilidad’, afirmó el ponente. Estas fortalezas son un fuerte tejido industrial y digital y una posición de vanguardia en la gestión de datos. A este respecto, aseguró que la automoción ya no sólo es la fabricación del automóvil, sino que engloba también a la industria y los servicios asociados. En 10-15 años, los beneficios no provendrán de la fabricación del automóvil, sino de los servicios asociados. ‘Debemos jugar las bien las cartas’, sentenció.

Por su parte, Cristina Garrido definió las tendencias de la nueva movilidad. Por un lado, la electrificación, con un gran impacto en inversión por parte de las ciudades y que, a su vez, las empuja a repensarse y reorganizarse. En segundo lugar, la incorporación del big data y las nuevas tecnologías que impulsan el vehículo autónomo y mejoran la gestión de la movilidad haciéndola más eficiente y segura. A este respecto, hay estudios que apuntan a que en 2030 el 90% de los recorridos serán sobre plataformas eléctricas y autónomas.

 ‘Catalunya tiene elementos diferenciales para jugar ventajosamente en esta nueva movilidad’ 

En el ámbito urbano, donde se prevé que concentrará el 70% de la población mundial en el horizonte 20230-2050, uno de los ejemplos que se mencionó en relación al vehículo autónomo, eléctrico y conectado es el traslado de personas y mercancías de forma combinada e inteligente para aprovechar infraestructuras y costes de desplazamiento. Otro es la sustitución de los grandes autobuses por pequeños elementos modulares que saldrán aisladamente de la periferia de Barcelona y se encontrarán en algún punto del centro de la ciudad, se unirán electrónicamente durante una parte del trayecto para volver a separarse y salir de la ciudad. También la puesta en circulación de minibuses con rutas a demanda, como ya ocurre en Corea. Estas opciones permitirán una gestión más eficiente del transporte público y dar respuesta a situaciones específicas y concretas para atraer a más usuarios. ‘Tecnológicamente es posible, es cuestión de proponérnoslo’, añadió Lluís Jofre.

Otra tendencia de la nueva movilidad es el vehículo compartido. Hay estudios que dicen que el 50% de los jóvenes de entre 18 y 24 años prioriza el acceso a internet por delante del coche propio. Además, según datos estadísticos, el uso del vehículo privado es sólo del 5% del tiempo. Por este motivo, el espacio de mejora es importante con esta nueva modalidad de uso, ya que actualmente “estamos utilizando el espacio para vehículos que utilizamos muy poco”, afirmó el catedrático.

Sin embargo, Lluís Jofre avisó de que la introducción de cambios en el mundo de la movilidad será lenta. Además, será necesario tener en cuenta el impacto de la crisis de materiales en la fabricación de los nuevos componentes electrónicos. Pero es un hecho que el sector avanza hacia nuevos modelos más confortables, sostenibles, seguros y eficientes y debemos estar preparados como país para no perder las ventajas que nos posicionan en situaciones líderes de esta vanguardia de la nueva movilidad.