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'La projecció cultural de Barcelona' | Barcelona Tribuna online con Miquel Molina, Eduardo Mendoza, Carme Riera y Carlos Duran

Ciclo (Re)Imaginem Barcelona

El pasado martes 12 de enero, en el Palau Macaya de la Fundación 'la Caixa', tuvo lugar la segunda sesión del ciclo (Re)Imaginem Barcelona de Barcelona Tribuna. El acto, organizado por Amics del País, reunió, bajo el título 'La proyección cultural de Barcelona', Miquel Molina, periodista y escritor; Eduardo Mendoza, escritor; Carme Riera, escritora; y Carlos Duran, director de la Galería Senda y codirector del Festival Loop Barcelona.

'Una gran capital es también el papel cultural de la ciudad' afirmó Miquel Roca, presidente de Amics del País, al inicio de su presentación, y añadió 'la cultura no sólo es segura, sino que cura, y debe formar parte del paquete sanitario para hacer frente a la pandemia'.

Todo el mundo estuvo de acuerdo en que después de la crisis, el tejido cultural de Barcelona quedará muy debilitado y serán necesarias actuaciones de emergencia a corto plazo, tanto desde las administraciones públicas, como iniciativas de financiación privadas y de crowdfunding.

En este sentido, Eduardo Mendoza afirmó que estamos demasiado acostumbrados al papel paternalista del gobierno y tenemos que empezar a ser proactivos a la hora de hacer cultura. 'La cultura la tenemos que hacer entre todos', sentenció. Por su parte, Miquel Roca pidió 'cuando dejaremos de pensar que el mecenazgo no es una manera de evadir impuestos, sino otra manera de pagar impuestos', en relación a la ley de mecenazgo.

A pesar de que la situación del sector cultural es muy crítica, ya que sufría carencias desde mucho antes de la pandemia, durante su intervención, Miquel Molina quiso ser optimista. 'En Barcelona hay una comunidad joven muy creativa que, después de la pandemia, tendrá la necesidad de hacer emerger las energías retenidas. Además, Barcelona tendrá la urgencia de presentarse al mundo como ciudad cultural', y tiene oportunidades para hacerlo, aprovechando cada evento cultural que se celebre en la ciudad y explotando y desarrollando su capitalidad literaria, entre otros .

Eduardo Mendoza, a su vez, fue más contundente al afirmar que 'Barcelona está parada, no ha hecho una inversión estratégica a largo plazo'. Y añadió, 'Barcelona expulsa a los jóvenes, que no encuentran lugar en esta ciudad donde poder desarrollar sus proyectos e inquietudes culturales.' El escritor pidió generosidad con la cultura de base.

En este mismo sentido, Carlos Duran defendió un pacto transversal a la hora de encontrar un proyecto común, ya que el modelo post-olímpico está agotado. 'Tenemos que pensar en las estructuras de ciudad de manera diferente, redefinir Barcelona para que la ciudadanía no sólo consuma cultura, sino que participe, cree y difunda cultura. Debemos pasar del derecho al acceso cultural al derecho a hacer y practicar cultura. Ser agente cultural, incluso desde las minorías', sentenció.

Por su parte, Carme Riera reclamó cultivar la cultura de la simpatía para sentirnos acogidos culturalmente. 'La simpatía es cultura?', preguntó al comenzar su intervención. Además, pidió a las administraciones más esfuerzo para reivindicar todos los activos culturales que tenemos. 'Barcelona,como ciudad literaria, tiene dos momentos relevantes: el primero El Quijote, siendo Barcelona la única ciudad por donde pasa, y a partir del cual la ciudad se pone en comunicación con el mundo; el segundo, el momento del Boom, que da altura internacional en Barcelona. Hay que explotarlos para proyectarnos al mundo ', afirmó la escritora.

Durante el debate, Enric Sierra preguntó qué opinión tenían los participantes sobre el proyecto del Hermitage. Miquel Molina defendió que 'no podemos permitirnos rechazar una inversión en cultura. Además, abriría la oportunidad de iniciar una interlocución directa con el museo y la ciudad de San Petersburgo '. En este mismo sentido se expresaron Carmen Riera y Carlos Duran.

Por su parte, sin embargo, Eduardo Mendoza afirmó que el proyecto tendría asociados unos costes de mantenimiento, y que a él no le interesa tanto el patrimonio cultural, del que formaría parte del Hermitage, como la cultura viva, activa y creativa. Miquel Roca, pidió la palabra como reciente presidente del MACBA y afirmó que, 'personalmente, estoy en contra de que se gaste dinero público para una nueva instalación cultural nueva cuando nuestros museos públicos tienen una situación económica insuficiente'.

Miquel Roca concluyó el acto poniendo de relieve la necesidad de pacto, de un pacto cultural. Y añadió 'No hay que discutir la cocapitalidad, me basta con ser capital. La cocapitalidad es de ambición pobre'.

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